La Banda de Música Álvarez Quintero tiene sus orígenes en la denominada “Agrupación Musical Álvarez Quintero de Utrera” que se funda en 1963 tras la decisión de varios amigos aficionados a la música a reagrupar a los músicos dispersos de la Antigua Banda de Música del Frente de Juventudes y del Colegio Salesiano de Utrera. Su primer recorrido fue corto ya que, por vicisitudes de la vida, abandonan su actividad tras la Semana Santa de 1965.

Tras unos años en los que no se registra continuidad alguna (aunque en ocasiones se unieran para realizar acompañamientos musicales en ferias y eventos taurinos) este grupo de músicos vuelve a reunirse gracias al empeño de D. Alfonso Romero García y D. Felipe Piñero de Quinta (primer director de la refundada banda de música), que tuvieron la ilusión de formar una gran banda de música en Utrera, ciudad en la que la actividad cultural se centraba en el flamenco exclusivamente por aquellos entonces.

Felipe Piñero cede incondicionalmente su propia casa como local de ensayo. En la planta alta cuenta con un “soberao” que, en pocos meses, se llena de chiquillos para aprender solfeo en una improvisada academia de música que él mismo mantiene de forma altruista. En algunas ocasiones tenía incluso que llevar las sillas desde la planta baja para acomodar a los educandos.

En 1974 se retoma la actividad de la banda con un grupo de unos escasos 25 músicos, entre los que se incorporan los primeros educandos, pero es en la Semana Santa de 1977 cuando la Banda de Música Álvarez Quintero hace su presentación oficial, estrenando su primer uniforme y bajo la batuta del Maestro Piñero.

A partir de esta fecha la banda no paró de crecer, ya que cada día eran más los chicos y chicas que se interesaban por aprender música en su academia. Tal es así que el “soberao” se quedó pequeño y los responsables de la banda (Alfonso Romero, José Luis Ojeda, Miguel Moreno, Juan Guerrero Chávez, Felipe Piñero, etc.) decidieron contactar con el entonces Alcalde de Utrera, D. José Dorado Alé, para plantearle la necesidad de un local municipal para los ensayos de la banda y la formación de los nuevos educandos.

Como solución al problema que planteaban les fue cedido el uso del teatro del colegio Álvarez Quintero y una habitación independiente para guardar instrumentos y enseres. En aquellos entonces la solución de poder continuar su labor en este espacio se recibió como una idea feliz y muy acertada, dado que el nombre que se había elegido para la banda de música también hacía honor a estos insignes dramaturgos utreranos.

Y, puestos a pedir, también se quiso dar solución otra necesidad que había surgido con los primeros educandos. Los chicos demandaban más formación y empezaron a superar pruebas para ser alumnos del Conservatorio de Sevilla, con los consecuentes traslados a la capital. Los mismos responsables y el mismo Alcalde consiguieron que se trasladara a Utrera un “Aula de extensión musical” que dependía del conservatorio de Sevilla, en la que impartían cases profesores de viento madera, viento metal y lenguaje musical de aquel centro. Gracias a esto, a los pocos años, en Utrera se instaló el Conservatorio de Grado Elemental con el que cuenta en la actualidad.

Entre las numerosas actividades que realiza la banda en aquél entonces, cabe destacar: ciclos de conciertos de pasodobles y selección de zarzuelas en Utrera y sus pedanías, conciertos de música popular en diversas localidades de la provincia de Sevilla, pasacalles y dianas para amenizar las fiestas de la localidad, desfiles de Reyes Magos, procesiones de Semana Santa, corridas de toros, etc.

Gracias a estas experiencias la banda sembró un historial elogiable que contribuyó a que el nombre de Utrera se relacionara con la música por toda la provincia de Sevilla, además de en numerosas poblaciones de otras provincias andaluzas.

Tanto es así, que la Orden del Mostachón concedió en la década de los años 80 a D. Felipe Piñero de Quinta, como director de la banda de música Álvarez Quintero, el galardón de Mostachón de Plata, por su trabajo a favor de la difusión de la cultura y del nombre de nuestro pueblo.

Pero, tras años de continuo crecimiento, en 1984 se produjo el primero de los súbitos menoscabos en la banda de música con la creación de la AMU. Esto supuso un duro golpe, ya que provocó el abandono de algunos de los nuestros miembros fundadores, e incluso de los que fueron primeros educandos. A pesar de que la Banda de música Álvarez Quintero supo recuperarse a base de tesón y trabajo, a los escasos 4 años llegó la segunda sacudida. En esta ocasión, un grupo de músicos, en su mayoría principales pilares de la banda, volvieron a segregarla para formar una tercera banda en Utrera, la cual en la actualidad ha cesado en sus actividades.